Que la paz pueda reinar,
Con un amor infinito,
Bajo un sueño anhelado,
Y carente de todo conflicto.
Te dicen que hay que pelear,
Para poder llegar a algún sitio.
Sin saber que una sonrisa,
Abre muchos más caminos.
Caminos que están en la sombra,
Y que de este modo hallan luz,
Para tejerte un sendero,
En toda su plenitud.
Cuando hablamos de la paz,
Siempre miramos muy lejos,
Sin saber que ella comienza,
Mirándote tú por dentro.
No hay que aspirar al “Nobel”,
Solo a tender la mano,
Y tratar de comprender,
A ese que tienes al lado.
Nos perdemos en la utopía,
De una paz muy lejana,
Sin saber que se construye,
Empezando en nuestra casa.
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